Escaparse un fin de semana a la montaña no significa
dejar de lado el estilo. El ejemplo claro es el que propone Vipp. Un refugio con un diseño que va de la mano con
la naturaleza. De acero y con grandes ventanales que nos hace sentir que estamos en
contacto con la naturaleza, pero a la vez estar protegidos.
El
refugio cuenta con 55 metros cuadrados sin escatimar en equipamiento y
detalles.
Detalles como las cristaleras que nos permitirán ver las
estrellas por la noche y resguardarnos del frío y la lluvia.
Tanta
es la sencillez de su diseño, que nos contagiaría lo simple que es desconectar del caos urbano y su mundanal
ruido.